Esta es la guía esencial para comprender las claves de un proceso de manufactura industrial exitoso, pues explica la relación entre el carbono y la dureza del acero.
Como es bien sabido, el hierro en su estado puro no tiene demasiadas aplicaciones industriales, salvo cuando el objetivo es utilizar su potencial magnético. Pero, aleado con el carbono, o sea, convertido en acero, tiene un sinfín de aplicaciones en procesos de tratamiento térmico y manufactura industrial.
Observe en la gráfica:
Cuanto más alto es el contenido de carbono, mayor es la dureza del acero.
Si un acero tiene un bajo contenido de carbono, no importa cuánto se caliente o lo rápido que se enfríe, el material nunca alcanzará durezas elevadas.
Para tener en cuenta:
La dureza y la tenacidad tienen una relación inversa. En oposición a la dureza, que es la resistencia que tiene el material a ser rayado; la tenacidad se refiere a la capacidad de soportar golpes sin romperse.
En metalmecánica, especialmente en procesos de manufactura industrial, la ‘precisión’ de una pieza depende de su relación entre dureza y tenacidad.
Adaptado por:
Ing. Jose Domingo Guerra, para TRATAR SAS
Referencia de la imagen: Hardness as a function of carbon content for quenched and low temperature (150 and 200˚C) tempered microstructures (G. Krauss, 2005; adapted from R.A. Grange, C.R, Hribal and L.F. Porter, 1977)